martes, 1 de noviembre de 2011

Números de Fibonacci en la Naturaleza

La Sucesión de Fibonacci (la del problema de los conejos) aparece en aspectos insospechados del mundo natural. Por ejemplo, fijémonos en un girasol...
En la distribución de las pipas podemos apreciar varios tipos de espirales, hacia la izquierda (levógiras) y hacia la derecha (dextrógiras).
Si contamos el número de espirales de cada tipo, siempre obtendremos números de Fibonacci. En la imagen de la derecha, 55. Los números más habituales son 21, 34 y 55. Puedes ver una representación donde se pueden contar bien en este enlace (Blog Chamario de Mª Angeles Esteban).
También encontraremos números de Fibonacci si contamos las espirales que trazan las escamas que forman las piñas del pino. Observa la siguiente (foto: Onofre Monzó). ¿Cuántas espirales de cada tipo cuentas?

Fijémonos ahora en la hermosa concha de un molusco llamado Nautilus (a la izquierda, su interior):
Tiene una estructura de espiral (llamada logarítmica) cuya construcción podemos ver en los siguientes dibujos:
Como puedes observar, la espiral se forma con cuadrantes de circunferencia cuyos radios van aumentando y son los números de Fibonacci.
Esta curiosa sucesión también aparece como patrón en el reparto de las ramas de las plantas. No es de extrañar que en tiempos de supersticiones algunos le atribuyeran propiedades mágicas.
Todo lo anterior y más podéis verlo en este precioso video de un artista digital zaragozano llamado Cristóbal Vila. Se titula Nature by numbers (Naturaleza en números). Poned los altavoces y disfrutadlo:
   


Además, si sigues este enlace, encontrarás una serie de actividades interactivas para comprender mejor lo anterior.

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